El arte de elaborar un vino artesanal en 9 pasos

Es un proceso que toma tiempo y dedicación

VINOSFINAL

Angelina Calderón

7/21/20242 min leer

El proceso de fabricación de un vino artesanal es más cuidadoso y natural que en la producción industrial, priorizando la mínima intervención, el uso de técnicas tradicionales y el respeto por el entorno. A continuación, te explico los pasos principales:

1. Cultivo de la uva

- Selección del viñedo: Los vinos artesanales suelen provenir de viñedos pequeños donde las uvas se cultivan de manera orgánica o biodinámica, evitando el uso de pesticidas y fertilizantes químicos. Las uvas son cuidadas a mano, garantizando un cultivo sostenible.

- Vendimia: La recolección de las uvas se realiza a mano para seleccionar las mejores, evitando daños y asegurando un fruto de calidad. Este proceso suele realizarse cuando las uvas alcanzan su madurez óptima.

2. Despalillado y estrujado

- Una vez cosechadas, las uvas pasan por un proceso de despalillado (separación de los tallos) y estrujado (presionado para liberar el jugo), aunque algunas bodegas artesanales optan por la fermentación de racimos enteros para obtener sabores más complejos.

3. Fermentación natural

- El jugo de uva (mosto) se coloca en depósitos (que pueden ser de acero inoxidable, madera o arcilla) para iniciar la fermentación.

- En los vinos artesanales, se suele usar fermentación espontánea con levaduras autóctonas presentes naturalmente en la piel de las uvas, en lugar de añadir levaduras comerciales. Este proceso puede durar varias semanas y requiere monitoreo constante.

- La fermentación convierte los azúcares del mosto en alcohol, liberando dióxido de carbono y calor.

4. Maceración

- Durante la fermentación, la maceración permite que los hollejos (pieles de las uvas) permanezcan en contacto con el mosto, lo que ayuda a extraer color, taninos y sabores. El tiempo de maceración varía según el tipo de vino (más largo para vinos tintos, más corto para blancos).

5. Prensado

- Una vez terminada la fermentación y maceración, el vino se separa del sedimento o sólidos restantes mediante un proceso de prensado, obteniendo el jugo fermentado listo para ser madurado.

6. Maduración y envejecimiento

- El vino artesanal suele madurar en barricas de roble, ánforas o tanques de acero, dependiendo del estilo y perfil deseado. El tiempo de envejecimiento varía, pero suele ser más largo para permitir que el vino desarrolle complejidad.

- Durante este período, se evita la adición de químicos, manteniendo el vino lo más natural posible.

7. Clarificación y filtración mínima

- Muchos vinos artesanales optan por no clarificar ni filtrar el vino para preservar sus características naturales. Esto puede dejar un sedimento en el vino, pero permite mantener más sabor y autenticidad.

8. Embotellado

- Una vez que el vino ha alcanzado su punto ideal de madurez, se embotella con el mínimo uso de sulfitos (conservantes) o sin ellos. Se cierra con corcho o tapa natural para conservar la calidad y longevidad del vino.

9. Reposo en botella

- Tras el embotellado, el vino suele descansar en botella durante algunos meses o incluso años antes de ser comercializado, lo que ayuda a que los sabores se integren y suavicen.

El resultado es un vino con un carácter auténtico, reflejo del terruño y las técnicas tradicionales que lo crearon. Estos vinos suelen tener más matices, son menos procesados, y pueden tener variaciones entre añadas, lo que añade a su atractivo artesanal.